La OCU nos ofrece un decálogo de consejos para que la cuesta de septiembre sea algo más llevadera.
- Planificar un presupuesto: poniendo por escrito los gastos necesarios evitaremos las compras compulsivas.
- Reutilizar lo que esté en condiciones: curso nuevo no significa que todo el material deba ser nuevo. Por ejemplo: si una mochila está en buen estado, ¿por qué comprar otra?
- Comparar antes de gastar: las diferencias de precios son notables. Busca, compara... y encuentra lo mejor.
- Aprovechar las ofertas y descuentos: abundan las oportunidades y promociones, aunque conviene revisar bien si el descuento mejora los precios de la competencia.
- Mucho margen en libros: puedes ahorrarte hasta un 25% en libros de texto. Suelen ser más baratos en las grandes superficies.
- La paradoja del uniforme: muy frecuente en la privada y concertada, también existe como opción no-obligatoria en muchos centros públicos. Aunque en principio podría suponer un ahorro (se usa más veces que la ropa "normal"), son demasiados los colegios que obligan a comprarlo en un determinado establecimiento de precios elevados.
- Mochila con ruedas: lo malo de las primeras es que el peso se carga sobre la espalda. Las segundas son recomendables, excepto cuando haya que subir muchas escaleras.
- Plataformas de trueque e intercambio: en los últimos años han prosperado distintas iniciativas que favorecen el intercambio de ropa, libros y material escolar. El consumo colaborativo puede suponer un importante ahorro.
- Seleccionar bien la ropa: para los más pequeños conviene evitar cordones, cintas largas y otros elementos peligrosos. Para huir de las tentaciones (que salen caras), es aconsejable ir a comprarla sin que estén los niños, que se encaprichan fácilmente de la última moda.
- Las compras escalonadas son mejores: especialmente en la ropa. Por ejemplo: el pie de un niño puede crecer dos números por año, con lo que no tiene sentido hacer provisión de zapatos que se quedarán pequeños pronto.
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