Trabajo de una agencia publicitaria, que demanda más tiempo en una cultura económica del más por menos, y para ello recurre a los que más saben de la materia, una clase de Primaria. El experimento es sencillo: en diez segundos, los niños tienen que completar un dibujo con la primera idea que se les venga a la cabeza (y prácticamente la misma en todos). Si cuentan con diez minutos, se obrará el milagro, ya que no hay dos resultados iguales.
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