Corto - La flor más grande del mundo
Un cuento escrito por José Saramago, premio Nobel de Literatura, 1998. Un niño crece un un mundo roto por el individualismo, la desesperanza y la falta de ideas, en el que prevalece el egoísmo, la falta de solidaridad o de amor a la vida.
El niño buscará y encontrará los valores esenciales que le ayudarán a dar sentido a su vida: la amistad, la colaboración, la ayuda mutua, el altruismo, el amor por la Naturaleza, el amor familiar...
Con la música de Emilio Aragón de fondo, el corto nos habla de las cosas pequeñas, y de la importancia de todo lo que nos rodea, que por muy pequeño que sea, se convertirá siempre en algo grande e inmenso. Nos ayudará a reflexionar sobre la propia infancia y la naturaleza humana y nos mostrará el valor del descubrimiento y de la valentía.
Así comienza, narrado por el propio escritor...
"Las historias para niños deben escribirse con palabras muy sencillas, porque los niños, al ser pequeños, saben muy pocas palabras y no las quieren muy complicadas".
A mí me falta por lo menos la paciencia, por lo que pido perdón. Si yo tuviera esas cualidades, podría contar con todo detalle una historia preciosa que un día me inventé, y que, así como vais a leerla, no es más que un resumen que se dice en dos palabras…
Se me tendrá que perdonar la vanidad de haber pensado que mi historia era la más bonita de todas las que se han escrito desde los tiempos de los cuentos de hadas y princesas encantadas…
¡Hace ya tanto tiempo de eso!
En el cuento que quise escribir, pero que no escribí, hay una aldea. (Ahora comienzan a aparecer algunas palabras difíciles, pero quien no las sepa, que consulte en un diccionario o que le pregunte al profesor.) Que no se preocupen los que no conciben historias fuera de las ciudades, ni siquiera las infantiles: a mi niño héroe sus aventuras le esperan fuera del tranquilo lugar donde viven los padres, supongo que también una hermana, tal vez algún abuelo, y una parentela confusa de la que no hay noticia.
Nada más empezar la primera página, sale el niño por el fondo del huerto y, de árbol en árbol, como un jilguero, baja hasta el río y luego sigue su curso, entretenido en aquel perezoso juego que el tiempo alto, ancho y profundo de la infancia a todos nos ha permitido… Hasta que de pronto llegó al límite del campo que se atrevía a recorrer solo.
Desde allí en adelante comenzaba el planeta Marte, efecto literario del que el niño no tiene responsabilidad, pero que la libertad del autor considera conveniente para redondear la frase. Desde allí en adelante, para nuestro niño, hay sólo una pregunta sin literatura: “¿Voy o no voy?” Y fue.
El río se desviaba mucho, se apartaba, y del río ya estaba un poco harto porque desde que nació siempre lo estaba viendo.
Decidió entonces cortar campo a través, entre extensos olivares, unas veces caminando junto a misteriosos setos vivos cubiertos de campanillas blancas, y otras adentrándose en bosques de altos fresnos donde había claros tranquilos sin rastro de personas o animales, y alrededor un silencio que zumbaba, y también un calor vegetal, un olor de tallo fresco sangrado como una vena blanca y verde.
¡Oh, qué feliz iba el niño!
Anduvo, anduvo, hasta que los árboles empezaron a escasear y era ya un erial, una tierra de rastrojos bajos y secos, y en medio una inhóspita colina redonda como una taza boca abajo. Se tomó el niño el trabajo de subir la ladera, y cuando llegó a la cima, ¿qué vio? Ni la suerte ni la muerte, ni las tablas del destino…
Era sólo una flor. Pero tan decaída, tan marchita, que el niño se le acercó, pese al cansancio.
Y como este niño es especial, como es un niño de cuento, pensó que tenía que salvar la flor.
Pero ¿qué hacemos con el agua? Allí, en lo alto, ni una gota. Abajo, sólo en el río, y ¡estaba tan lejos!… No importa.
Fueron todos corriendo, subieron la colina y se encontraron con el niño que dormía. Sobre él, resguardándolo del fresco de la tarde, se extendía un gran pétalo perfumado, con todos los colores del arco iris.
A este niño lo llevaron a casa, rodeado de todo el respeto, como obra de milagro. Cuando luego pasaba por las calles, las personas decían que había salido de casa para hacer una cosa que era mucho mayor que su tamaño y que todos los tamaños.
Y ésa es la moraleja de la historia.
Éste era el cuento que yo quería contar.
Me da mucha pena no saber narrar historias para niños. Pero por lo menos ya conocéis cómo sería la historia, y podréis explicarla de otra manera, con palabras más sencillas que las mías, y tal vez más adelante acabéis sabiendo escribir historias para los niños…
¿Quién me dice que un día no leeré otra vez esta historia, escrita por ti que me lees, pero mucho más bonita?…
El niño buscará y encontrará los valores esenciales que le ayudarán a dar sentido a su vida: la amistad, la colaboración, la ayuda mutua, el altruismo, el amor por la Naturaleza, el amor familiar...
Con la música de Emilio Aragón de fondo, el corto nos habla de las cosas pequeñas, y de la importancia de todo lo que nos rodea, que por muy pequeño que sea, se convertirá siempre en algo grande e inmenso. Nos ayudará a reflexionar sobre la propia infancia y la naturaleza humana y nos mostrará el valor del descubrimiento y de la valentía.
Así comienza, narrado por el propio escritor...
"Las historias para niños deben escribirse con palabras muy sencillas, porque los niños, al ser pequeños, saben muy pocas palabras y no las quieren muy complicadas".
Texto del cuento:
Me gustaría saber escribir esas historias, pero nunca he sido capaz de aprender, y eso me da mucha pena. Porque, además de saber elegir las palabras, es necesario tener habilidad para contar de una manera muy clara y muy explicada, y una paciencia muy grande.A mí me falta por lo menos la paciencia, por lo que pido perdón. Si yo tuviera esas cualidades, podría contar con todo detalle una historia preciosa que un día me inventé, y que, así como vais a leerla, no es más que un resumen que se dice en dos palabras…
Se me tendrá que perdonar la vanidad de haber pensado que mi historia era la más bonita de todas las que se han escrito desde los tiempos de los cuentos de hadas y princesas encantadas…
¡Hace ya tanto tiempo de eso!
En el cuento que quise escribir, pero que no escribí, hay una aldea. (Ahora comienzan a aparecer algunas palabras difíciles, pero quien no las sepa, que consulte en un diccionario o que le pregunte al profesor.) Que no se preocupen los que no conciben historias fuera de las ciudades, ni siquiera las infantiles: a mi niño héroe sus aventuras le esperan fuera del tranquilo lugar donde viven los padres, supongo que también una hermana, tal vez algún abuelo, y una parentela confusa de la que no hay noticia.
Nada más empezar la primera página, sale el niño por el fondo del huerto y, de árbol en árbol, como un jilguero, baja hasta el río y luego sigue su curso, entretenido en aquel perezoso juego que el tiempo alto, ancho y profundo de la infancia a todos nos ha permitido… Hasta que de pronto llegó al límite del campo que se atrevía a recorrer solo.
Desde allí en adelante comenzaba el planeta Marte, efecto literario del que el niño no tiene responsabilidad, pero que la libertad del autor considera conveniente para redondear la frase. Desde allí en adelante, para nuestro niño, hay sólo una pregunta sin literatura: “¿Voy o no voy?” Y fue.
El río se desviaba mucho, se apartaba, y del río ya estaba un poco harto porque desde que nació siempre lo estaba viendo.
Decidió entonces cortar campo a través, entre extensos olivares, unas veces caminando junto a misteriosos setos vivos cubiertos de campanillas blancas, y otras adentrándose en bosques de altos fresnos donde había claros tranquilos sin rastro de personas o animales, y alrededor un silencio que zumbaba, y también un calor vegetal, un olor de tallo fresco sangrado como una vena blanca y verde.
¡Oh, qué feliz iba el niño!
Anduvo, anduvo, hasta que los árboles empezaron a escasear y era ya un erial, una tierra de rastrojos bajos y secos, y en medio una inhóspita colina redonda como una taza boca abajo. Se tomó el niño el trabajo de subir la ladera, y cuando llegó a la cima, ¿qué vio? Ni la suerte ni la muerte, ni las tablas del destino…
Era sólo una flor. Pero tan decaída, tan marchita, que el niño se le acercó, pese al cansancio.
Y como este niño es especial, como es un niño de cuento, pensó que tenía que salvar la flor.
Pero ¿qué hacemos con el agua? Allí, en lo alto, ni una gota. Abajo, sólo en el río, y ¡estaba tan lejos!… No importa.
Baja el niño la montaña,
Atraviesa el mundo todo,
Llega al gran río Nilo,
En el hueco de las manos recoge
Cuanta agua le cabía.
Vuelve a atravesar el mundo
Por la pendiente se arrastra,
Tres gotas que llegaron,
Se las bebió la flor sedienta.
Veinte veces de aquí allí,
Cien mil viajes a la Luna,
La sangre en los pies descalzos,
Pero la flor erguida
Ya daba perfume al aire,
Y como si fuese un roble
Ponía sombra en el suelo.
El niño se durmió debajo de la flor.
Pasaron horas, y los padres, como suele suceder en estos casos, comenzaron a sentirse muy angustiados. Salió toda la familia y los vecinos a la búsqueda del niño perdido. Y no lo encontraron.
Lo recorrieron todo, desatados en lágrimas, y era casi la puesta de sol cuando levantaron los ojos y vieron a lo lejos una flor enorme que nadie recordaba que estuviera allí.Fueron todos corriendo, subieron la colina y se encontraron con el niño que dormía. Sobre él, resguardándolo del fresco de la tarde, se extendía un gran pétalo perfumado, con todos los colores del arco iris.
A este niño lo llevaron a casa, rodeado de todo el respeto, como obra de milagro. Cuando luego pasaba por las calles, las personas decían que había salido de casa para hacer una cosa que era mucho mayor que su tamaño y que todos los tamaños.
Y ésa es la moraleja de la historia.
Éste era el cuento que yo quería contar.
Me da mucha pena no saber narrar historias para niños. Pero por lo menos ya conocéis cómo sería la historia, y podréis explicarla de otra manera, con palabras más sencillas que las mías, y tal vez más adelante acabéis sabiendo escribir historias para los niños…
¿Quién me dice que un día no leeré otra vez esta historia, escrita por ti que me lees, pero mucho más bonita?…
FAST, el mayor telescopio del mundo
FAST, así se llama el que hoy se convertirá en el mayor telescopio del mundo. Construido en la remota provincia de Guizhou, en China (lugar seleccionado por la forma de "huevera" de la depresión de Dawodang, ubicación perfecta en tamaño y en la presencia de montañas circundantes que actúan como escudo contra las interferencias de radiofrecuencia del exterior).
Un telescopio de 500 metros de diámetro (algo así como 30 campos de fútbol de extensión) para un objetivo fascinante: la búsqueda de vida extraterrestre, ya que está capacitado para detectar exoplanetas, algo que otros telescopios no pueden hacer.
Un telescopio de 500 metros de diámetro (algo así como 30 campos de fútbol de extensión) para un objetivo fascinante: la búsqueda de vida extraterrestre, ya que está capacitado para detectar exoplanetas, algo que otros telescopios no pueden hacer.
Fuente: http://fast.bao.ac.cn/en/
El valor que no se ve - Laura Pausini
Letra de la canción
Hay días en los que la vida se llena de porqués,
la esperanza se preocupa por quererlos resolver,
desconfías de la gente, del amor y piensas que
no es posible que se sufra más que tú.
Y esos días tú te rindes al mundo en torno a ti,
para no sentir el miedo del valor que no se ve,
y te sientes tan perdida que ya no puedes más,
sin la fuerza que te da la vida.
Busca una salida,
un mañana que
cure las heridas que hay dentro de tí,
lucha por vivir,
con ese valor que no se ve.
Equivocarse nunca importa, vuélvelo a intentar,
si una puerta se te cierra, otra puerta se abrirá,
lo que en realidad importa es no renunciar jamás,
pues tal vez estés a un solo paso...
Busca una salida,
un mañana que dé
una nueva vida a todo el mundo que luchará con fe,
con ese valor que no se ve.
Por todos ellos, échale valor,
por quien lo pierde y lo va buscando,
por los que se sienten tan mal como tú,
por esos que esperan sin desesperar, como tú
Busca una salida,
un mañana que dé
una nueva vida a todo el mundo que
sólo por dolor no se pierda en el camino.
No te rindas nunca, busca en tu interior.
Busca la salida,
el mañana que vuelves a tener dentro del valor que no se ve.
El decreto
Horacio López, el autor del cuento
Horacio López, autor del cuento
Nació en Chivilcoy, provincia de Buenos Aires, en 1954. Es graduado en Letras en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires y Director de cine graduado en el Instituto Nacional de Cinematografía. Trabajó en posproducción de cine publicitario y en publicidad como redactor de toda clase de folletos, afiches, avisos, discursos y comerciales para televisión; y en el cine como escritor de guiones cinematográficos. Fue colaborador de las revistas infantiles Billiken, La hojita y La Nación de los Chicos.
Entre sus escritos se encuentran: La medalla encantada (obra de teatro infantil); El hermano del volcán (guión largo de aventuras); La novela del Hombre Bala (novela infantil); Sueños de grandeza (guión corto); y diversos cuentos y adaptaciones para manuales y colecciones de Literatura infantil. También ha publicado cuentos humorísticos, como La milonga del último tatú y La función de teatro.
El Decreto es, precisamente, uno de los cuentos de La milonga del último tatú, una antología integrada por once cuentos. En ellos los protagonistas son siempre animales personificados que encarnan virtudes, vicios y defectos humanos.
Entre la amplia galería de personajes nos encontramos con los sapos Rodríguez, Eduardo y Bartolo, el tatú, el tigre Ignacio, el zorro, el buey Caledonio, Roberto el grillo, el lagarto, el mosquito Andrés Hinojosa, el puercoespín, etc. Estas historias están ambientadas en la pampa húmeda (como la que nos ocupa), en la ciudad de Buenos Aires en Argentina y en la nebulosa Andrómeda. Por lo general presentan un desafío y dos animales como protagonistas, siendo estas parejas antagónicas. Habitualmente en el conflicto, el azar, la astucia y la cooperación son decisivos y su desenlace es muy sorpresivo, hasta paradójico, destacando en algunos de ellos alguna enseñanza.
Nuestros miniportátiles
Al amparo del programa Escuela 2.0, los centros educativos asturianos fueron dotados de diversos equipos, tanto para el profesorado como el alumnado, al objeto de desarrollar sus competencias digitales.
En el caso del Tercer Ciclo disponemos de cuatro aulas digitales equipadas con portátil y cañón proyector, pizarras digitales interactivas y una colección de 35 miniportátiles, de las marcas Samsung, Acer y Toshiba con su correspondiente armario cargador. Todas ellas disponen de conexión a Internet inalámbrica con puntos de acceso Aruba.
Los miniportátiles se utilizan según horario y actividades programadas en turnos rotativos en las correspondientes aulas de quinto y sexto.
En el caso del Tercer Ciclo disponemos de cuatro aulas digitales equipadas con portátil y cañón proyector, pizarras digitales interactivas y una colección de 35 miniportátiles, de las marcas Samsung, Acer y Toshiba con su correspondiente armario cargador. Todas ellas disponen de conexión a Internet inalámbrica con puntos de acceso Aruba.
Los miniportátiles se utilizan según horario y actividades programadas en turnos rotativos en las correspondientes aulas de quinto y sexto.
Todo sobre mí - 5º A
Un sencillo trabajo de presentación en el que recordamos lo realizado durante el verano y nos presentamos a la tutora y a los demás compañeros de la clase. Juntos hemos realizado nuestro primer mural de aula. ¡Así de bonito nos ha quedado el panel!
Trabajo de una agencia publicitaria, que demanda más tiempo en una cultura económica del más por menos, y para ello recurre a los que más saben de la materia, una clase de Primaria. El experimento es sencillo: en diez segundos, los niños tienen que completar un dibujo con la primera idea que se les venga a la cabeza (y prácticamente la misma en todos). Si cuentan con diez minutos, se obrará el milagro, ya que no hay dos resultados iguales.
La creatividad no está inspirada por la presión del tiempo, sino por la libertad, la diversión y la alegría.
¿Qué es ClassDojo?
Pero la riqueza de la aplicación no está sólo en este registro y gestión de la conducta. ClassDojo incluye otras posibilidades como el control de la asistencia al aula, la "Historia" de la clase (una especie de muro de Facebook que permite la publicación de texto acompañados de imágenes) y la interacción con las familias.
Este es uno de los ejes clave de la plataforma: las familias reciben en tiempo real las notificaciones sobre el comportamientos de sus hijos e hijas en su tableta o en su teléfono móvil pudiendo comprobar tanto los puntos como los comentarios realizados.
Y para el profesor será de gran utilidad la herramienta Informes que le permitirá conocer la evolución de cada estudiante o de toda la clase a lo largo del tiempo y los cambios en las puntuaciones de todos ellos, información que puede visualizarse desde la propia web o bien ser exportada a un fichero de hoja de cálculo para trabajar en ella con mayor profundidad.
En suma, ClassDojo permite hacer que el cumplimiento de las normas en el aula sea divertido y gratificante.
CONTACTA CON NOSOTROS
CP. CLARÍN, GIJÓN
Carretera de Villaviciosa, 26 - 33204Teléfono 985 33 48 45
E-mail: claringi@educastur.org
Maestra - tutora: Edita Sueiras
meditasr@educastur.org (correo profesional)edita@cpclarin.com (correo de aula)
¡Comenzamos!
Aquí comienza un nuevo curso, seguro que repleto de ilusiones y, esperamos que, con muchas ganas de trabajar y de compartir todas estas nuevas experiencias que tendremos a lo largo del mismo y que nos permitirán hacer juntos un montón de cosas maravillosas.
Ana, Ana Mª, Anabel, Emilia, Nuria, Pablo, Raquel, Rosalía y yo misma, Edita, os damos la bienvenida.
¡Nos espera un año genial!
Ana, Ana Mª, Anabel, Emilia, Nuria, Pablo, Raquel, Rosalía y yo misma, Edita, os damos la bienvenida.
¡Nos espera un año genial!
Earth as Art
Un espectacular libro con fotografías vía satélite de numerosos y bellos lugares de nuestro planeta. Montañas, volcanes, islas, penínsulas, desiertos... como nunca los habías visto. ¡Asómbrate!
Pequeño LdN
Fantástico blog en el que podemos encontrar numerosos relatos que nos cuentan las aventuras de Matí: mateaventuras para descubrir todos los secretos de las matemáticas.
Geocube
Una atrayente aplicación online que nos presenta un cubo en cuya cara podemos acceder a alguna parte de la geografía. Textos, vídeos, imágenes en una gran variedad de temáticas.
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